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  • Foto del escritorLuz Maria Armillas Gonzalez

¿Cómo sé que no es mi imaginación?

Ésta es la pregunta que me hace el noventa por cierto de las personas que despiertan sus capacidades para conectar: con otras especies, con la memoria del alma, con otros seres universales, con seres que desencarnaron...


No hay un truco, no hay una sola respuesta ni una varita mágica para responderte. Es la batalla mente/ corazón, es aprender a confiar ciegamente en ti y en la vida, bajando el volumen de tu mente.


No se trata de hacer un curso y salir de él dominando esa capacidad. Siempre pongo el ejemplo de que somos como antenas y dia a día vamos aprendiendo a sintonizarlas.


Se trata de hacer de esa práctica algo cotidiano, ir haciendo pruebas en diferentes momentos del día y lugares.

Se trata de ir conociéndote a través de lo que sientes cuando conectas, de cómo tu cuerpo te ayuda a validar lo que recibes y no es imaginación.


Siempre recomiendo llevar un diario para ir anotando todo lo que vas viviendo, aunque no lo comprendas, porque con el tiempo, tú misma irás dando validez a lo que vas escribiendo.


La información que recibes se siente como certezas. Cuánto más conectas, más avanzas, sobre todo si lo haces desde tu corazón, porque vas distinguiendo y expandiendo esa percepción.


Es necesario tener calma, paciencia, no hacerlo para conseguir un objetivo o tener una meta sino respetar el ritmo de la vida y asumir que hay días en los que parece que no estás consiguiendo nada pero que, a otro nivel de ti mismo, todo se está reajustando.


Estamos acostumbrados en este mundo que vivimos a obtener resultados rápidamente pero la vida es eterna y todo va sucediendo según el ritmo del universo completo. Actuamos como si fuera posible escalar el Everest cuando acabamos de tomar un curso de escalada de fin de semana, ¡sería imposible!


No abandones el camino. La constancia y el amor hacia ti mismo y hacia todo lo que te rodea son la base.


Un abrazo,

Luz Armillas

Chamana


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