Desde hace años, en mi cabeza resuena el dicho: "cambiar de opinión es de sabios".
Hasta hace poco, yo no comprendía el significado completo de estas palabras. Ha sido a partir de empezar a volar realmente sola que su significado ha pasado a formar parte de mi camino elegido.
Cuando empecé en los registros akáshicos y la comunicación entre especies, como suele pasar cuando estás aprendiendo, bebía de las enseñanzas de mis formadores. Es lo habitual. La diferencia entre quedarse ahí o remover la tierra para poder andar tu sendero de vida es que llega un momento en que debes desplegar las alas y volar. Y este momento, la mayor parte de las veces, está teñido de soledad. Lo bueno es que también hay tintes de valentía, motivación, coherencia y honestidad con tu ser, y por eso sigues volando y creciendo.
Los que me seguís desde el principio me habréis oído decir mil veces que no comunico con animales trascendidos, que solo lo hago para ver si están ya en la luz o están retenidos, y ayudarlos a pasar, pero no voy más allá. Incluso he dicho que había que respetar las almas que se han ido y no molestarlas.
Las cosas han cambiado, y creedme que ha sido algo muy meditado. Más que meditado o pensado, siento que no era coherente conmigo misma esa forma de actuar. Algo en mí no acababa de estar bien con esa idea. Hasta mí han ido llegando casos muy diferentes en los que el animal trascendido me decía que tenía que comunicar en directo con el que fue su humano. Hay animales que vuelven para guiar a sus humanos, sea encarnados de nuevo o desde donde están ahora, como almas. Hay animales que necesitan expresar todo lo que quieren decir, y necesitan que sus humanos pregunten. Hay otras almas que simplemente, te transmiten un mensaje para indicar que están bien, que siguen con su camino.
Encontrándome con tantas historias, yo no siento que deba quedarme solo en mirar si están bien aquellos que se han ido. Se me queda corto, como un trabajo a medias.
Por supuesto, la conexión con el animal fallecido se hace pidiendo su permiso y respetando lo que quiera transmitir y las veces que quiera hablar. Esto es básico.
Y aquí estoy, después de una conexión en directo con J., animal de familia que hace un mes y medio se fue de este plano y acaba de regresar en el cuerpo de un cachorro para seguir su viaje con su familia. Y que gracias a que sus humanos han leído las señales, ha podido regresar. Lo único que puedo decir es que la vida te pide continuamente que seas coherente con lo que tu alma ha venido a realizar. No somos quienes para impedir la conexión entre seres, el fluir de la existencia. Yo soy solo un instrumento y me rindo a la vida.
Que la vida me viva, que aquí estoy y no dejará de sorprenderme nunca.
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