Hace una semana me desplacé a casa de una amiga porque me pidió una comunicación con su gata Bimba. Ella tiene plantas en la terraza de su casa, muy cuidadas. Realicé la comunicación, estuvimos un rato hablando después mi amiga y yo. Hoy he vuelto a su casa para hacerle una visita y, antes de irme, dice: espera que te enseño una cosa. Entonces ha venido con este pequeño cactus y me ha contado que el día que hice la comunicación con Bimba, empezó a brotar algo de la tierra de una maceta. Al ver que seguía creciendo, la trasplantó. Y esto es lo que ha crecido: un cactus con forma de animal. -¿Lo quieres? - me preguntó. - ¡Claro! - le dije. - Es que, evidentemente, este cactus es por ti y para ti. La vida y su genial sentido del humor al enviar mensajes amorosos.
Luz Maria Armillas Gonzalez
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