El día que mi familia esencial me mostró quien soy, chamana, no vi a alguien superior ni vanidoso. Vi a un ser lleno de amor hacia todo y hacia todos, lleno de comprensión y con los brazos extendidos para acoger al que necesitaba algo para encontrar y seguir su camino.
Fue algo que me transformó interiormente. Y fue algo que hizo que asumiera lo que soy y lo que he venido a hacer, algo que llevo haciendo mucho tiempo.
Es fácil caer en inflar el ego, que se te vaya la mano creyendo que te colocan en un altar y alojarte ahí, creer que es tu sitio. Lo difícil a veces es elegir cada paso desde el corazón esencial, sin olvidar a los demás pero poniendo límites cuando necesitas retirarte a la cueva.
Ser chamana es amor, comprensión, paciencia y equilibro; conexión y siembra de semillas honrando el camino de todos los demás. Ser chamana es algo que se es y se asume, se honra y se ama, un sendero lleno de aprendizaje constante.
Este sendero te muestra que todos estamos creados con la misma esencia, que todos formamos parte de todo y de todos.
La primera vez que vi a mi padre celestial, él tenía un pájaro muerto entre las manos. Las abrió y el alma del ave salió volando, mientras él me decía: "asume tu camino, acepta quién eres".
Hace casi un año de esto. Un mensaje aparentemente sencillo pero que es la base de todo.
Vamos a seguir sembrando desde el amor real.
Feliz día Luz Armillas - Luz Animal www.luz-animal.com
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